Si has llegado hasta aquí es porque te preocupa la falta de apetito de tu mascota hasta el punto de preguntarte: ¿Qué puedo hacer si mi perro no quiere comer? Hay muchos motivos por los que tu mascota rehúsa probar la comida: una enfermedad, una vacuna reciente, un golpe fuerte en la cabeza, obstrucción intestinal, vejez, estrés, la ingesta de determinados medicamentos, deshidratación y otras causas. Conocer estos factores es fundamental a la hora de buscar soluciones para que vuelva a comer y recobrar así todas sus energías.
¿Debe preocuparme su falta de apetito?
Que algún día tu mascota pierda el apetito no es preocupante, pero que lleve diez o más días sin comer presenta un problema serio que puede acarrear graves consecuencias y hasta la muerte por inanición.
Si se trata de un animal sano que siempre ha comido bien su pienso pero, desde hace un tiempo, ha dejado de hacerlo, es porque detrás hay un problema de salud. En tal caso hay que observar si la falta de apetito va acompañada de otros síntomas, como vómitos, diarrea, dificultad al orinar, ingesta exagerada de agua, mal olor o dolor en la boca, etc. De ser así, hay que acudir cuando antes al veterinario.
Si el animal es de avanzada edad o tiene enfermedades crónicas, la falta de apetito es algo normal. Los perros de razas miniatura son muy selectivos con la comida y puede que dejen de consumir su pienso porque se han cansado del mismo sabor. Es importante saber que este tipo de razas no puede pasar más de un día sin comer, ya que les puede bajar la glucosa.
En cualquier caso, ante la más mínima sospecha se recomienda visitar al veterinario. Los seguros para mascotas más completos ponen a disposición de sus clientes un servicio de asesoramiento y orientación veterinaria donde hacer las consultas pertinentes y recibir orientación profesional al respecto.
¿Qué puedo hacer si mi perro no quiere comer?
Si tu perro no quiere comer el pienso seco y has descartado todos los problemas veterinarios, esto es lo que debes hacer:
- Mantén su comida en buen estado para que conserve el olor (que es lo que despierta su apetito) y evite la aparición de moho o insectos. Utiliza contenedores cerrados herméticamente y vigila que esté a la temperatura y humedad adecuadas.
- Convierte la comida en un juego. Los perros tienen instinto cazador y, a veces, se aburren de comer por encontrarlo todo hecho y en su comedero. Prueba a esconder juguetes y comida para que los encuentre y perciba este momento como algo lúdico.
- Cambia de marca de pienso, ya que puede que el perro se haya cansado de comer siempre la misma. Otra opción es añadir a su pienso habitual unas gotas de aceite de salmón o paté, ya que atraerá mucho su atención.
- Cambia la alimentación. Si lo anterior no funciona, un último recurso es cambiar su alimentación. Pero hay que tener cuidado, ya que si no se hace de la forma correcta puede dar lugar a otros problemas, como vómitos y diarreas. Además, hay ciertos alimentos que no deben comer los perros, por lo que antes hay que informarse muy bien.