Los perros considerados como potencialmente peligrosos (PPP) pueden llegar a serlo si no se adiestran de forma adecuada. Por ello, para evitar posibles riesgos en la seguridad de las personas, objetos u otros animales, los dueños de este tipo de canes deben cumplir una serie de requisitos.
Según la normativa vigente en nuestro país, algunos perros peligrosos son los que pertenecen a las siguientes razas puras o mestizas: Akita Inu, Rottweiler, Pit Bull, Dogo Argentino, American Staffordshire Terrier, Tosa Inu, etc. Además, todas las razas caninas englobadas en este concepto tienen unas características similares, como pueden ser la musculatura fuerte, aspecto robusto, fuerte carácter, cráneo ancho, mandíbulas grandes, dientes fuertes, cuello ancho y musculoso, peso superior a 20 kilos o pecho grande y firme.
Obligaciones de los dueños de perros potencialmente peligrosos
Cualquier persona que quiera tener un perro de estas características, necesita una licencia administrativa que se emite en el ayuntamiento de la población donde resida y que tiene un periodo de validez de 5 años. Es necesario obtener este permiso antes de poseer el animal y reunir los siguientes requisitos:
- Ser mayor de edad.
- No haber sido condenado anteriormente por algún delito grave. Para justificarlo es preciso presentar un certificado de antecedentes penales.
- Aportar un certificado de aptitud psicológica donde quede reflejado que no existe ningún trastorno mental o de conducta, así como cualquier otra limitación psíquica.
- Presentar una certificación que acredite que se cuenta con la capacidad física necesaria para poder controlar un perro peligroso.
- Acreditación que justifique haber contratado un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros con una cobertura no inferior a 120.000 euros.
- Es obligatorio inscribir al animal en el Registro Municipal de Animales Potencialmente Peligrosos hasta 15 días después de haber obtenido la licencia.
- Cada año es preciso aportar un nuevo Certificado de Sanidad Animal en el Registro Municipal de Animales Potencialmente Peligrosos.
- El dueño de un perro peligroso debe identificarlo de forma adecuada con un microchip.
- Su cartilla de vacunas debe estar debidamente actualizada.
- Cuando un perro peligroso se encuentre en un espacio público, debe llevar de forma obligatoria un bozal y estar sujeto con una correa que no puede superar los dos metros.
- En el caso de que este tipo de perros se encuentren en una finca o cualquier espacio privado al aire libre, es necesario que estén atados, excepto cuando el habitáculo disponga de las medidas necesarias para no poner en peligro a otras personas o animales que se acerquen al lugar.
- Si el perro se pierde o es robado, su dueño debe comunicarlo al Registro Municipal donde se inscribió el animal en un plazo máximo de 48 horas.
- Los titulares de un perro peligroso deben llevar siempre tanto la licencia como el certificado de inscripción en el registro por si alguna autoridad lo solicita.
- Una misma persona no puede llevar más de un perro de estas características.
- Disponer de un seguro para perros potencialmente peligrosos.
Conociendo todas las gestiones que hay que realizar para tener un perro peligroso, no olvides la relativa a la contratación de un seguro para animales específico para estas razas. Es recomendable informarse bien sobre cuáles son las coberturas y limitaciones de la póliza para proteger al máximo a los perros que se consideran potencialmente peligrosos.