Contratar un seguro para bicicletas con la cobertura de robo es una de las decisiones más acertadas que se pueden tomar si el pedaleo constituye la forma predilecta de desplazarse en el día a día. Sin embargo, para beneficiarse de esta protección es necesario cumplir una serie de requisitos que establecen por norma general las compañías aseguradoras. Entre ellos, se encuentran la obligación de contar con un candado homologado para incrementar la seguridad de la bici.
En el mercado existe una gran variedad de candados antirrobo para bicicleta. Sin embargo, para que sea aceptado de cara a la póliza es preciso que se trate de un modelo especialmente diseñado para bicis con, como mínimo, un nivel 3 de resistencia acreditado por una empresa certificadora y que cumpla con alguna de las siguientes certificaciones: SSL, ART, SSF, VDS o FG.
La sujeción de la bicicleta con un candado homologado no solo resulta útil para solicitar la indemnización correspondiente a la compañía aseguradora en caso de robo, sino que constituye un elemento fundamental para alejar a los ladrones. En definitiva, estos elementos ofrecen una seguridad superior en comparación con otros modelos convencionales.
Candados de bicicleta antirrobo homologados
A la hora de comprar un candado homologado para el seguro de la bicicleta, lo más aconsejable es confiar en una marca acreditada, como es el caso de la compañía ABUS. Todos los elementos de protección que comercializa han sido previamente contrastados y certificados para cumplir con los niveles más altos de seguridad y calidad.
Es imprescindible que los candados incorporen el sello CE que significa que el producto cumple con los estándares de seguridad exigidos por las normativas de la Unión Europea. Además, junto a este distintivo, también es interesante que otros organismos independientes verifiquen la homologación, como hace la marca ABUS. Entre ellos se encuentran entidades que ponen a prueba los candados para bicicleta en Dinamarca, Bélgica, Rusia, Gran Bretaña, etc.
Los seguros de bicicletas y el candado homologado
Es bastante común que en las condiciones legales de una póliza de bicicleta se establezca que la misma debe estar sujeta a través del cuadro a un objeto fijo mediante un candado de seguridad homologado. Esta exigencia se extiende a cualquier entorno en el que se pueda producir el robo, ya sea en una dependencia exterior de la vivienda, en un trastero de la comunidad de vecinos o en la calle. En este último caso, se puede exceptuar si la bici se encuentra aparcada junto a otras, en cuyo caso cabe la posibilidad de que estén sujetas entre sí mediante un candado de seguridad como mínimo que, sin necesidad de estar homologado, debe haber sido diseñado especialmente para estos vehículos y uno de ellos ha de encontrarse unido a un objeto fijo.
De esta forma, si se produce cualquier robo o daño a la bicicleta y el asegurado no puede acreditar una prueba de la titularidad del candado homologado, quedaría fuera de la cobertura. Asimismo, la aseguradora tampoco está obligada a indemnizar si la sustracción de la bici se ha producido en un momento en el que no se encontraba sujeta del modo establecido.
Además de suscribir una póliza y disponer de un candado específico, nunca está de más seguir otra serie de recomendaciones, como por ejemplo aparcar siempre la bicicleta en un lugar transitado o elegir un soporte lo suficientemente fuerte para sujetarla.