En torno a la actividad cinegética se conforman una serie de utensilios y factores que incrementan el riesgo de padecer un accidente a quienes la practican. Cualquier despiste, un error o un arma en mal estado puede tener graves consecuencias o en el peor de los casos, un fatal desenlace.
Básicamente porque para ir de caza se necesitan armas, es prioritario adoptar todas las precauciones posibles, no perder la atención y ser consciente en cada momento del artefacto que se tiene entre las manos. Además del máximo respeto al entorno donde se practique la cacería y llevar siempre la ropa adecuada a la época del año, es importante tener en cuenta otros consejos durante la jornada
¿Cómo evitar riesgos al ir de caza?
- En el supuesto de que las condiciones meteorológicas no sean las idóneas, es preferible posponer la jornada de caza. Si hay demasiada niebla o llueve mucho, el riesgo de sufrir un percance aumenta debido a que la visibilidad del entorno es menor.
- Al asistir a una competición de caza, es fundamental no empezar a disparar hasta que no se oiga la señal correspondiente del inicio.
- Para transportar el arma, la mejor forma es orientada hacia el suelo o al cielo, pero nunca en horizontal apuntando a otras personas. No hay que olvidar que siempre debe estar descargada o con el seguro puesto hasta el momento de comenzar a cazar.
- Una buena visión al ir de caza es crucial, ya que a la hora de apuntar conviene saber con certeza a qué se va a disparar.
- Lo más recomendable es practicar esta actividad en grupo, sabiendo en todo momento dónde y en qué estado se encuentra cada miembro.
- Cuando algún arma haya sufrido un golpe, conviene examinarla siempre con la recámara vacía.
- Antes de disparar es conveniente analizar la trayectoria del tiro para verificar que no existe ningún obstáculo en medio o alguna zona en la que se puede producir un rebote.
- Las armas siempre deben estar bajo el control de los cazadores, independientemente del lugar donde se encuentren. Esto también hace referencia a la necesidad de llevarlas en su correspondiente funda durante el transporte.
- Al ir de caza se debe adoptar la suficiente precaución a la hora de moverse por el entorno, ya que los barrancos, los riachuelos o las pendientes suelen ser habituales en la naturaleza.
- El calzado que se utilice durante la práctica de esta actividad debe ser el adecuado para mantener los pies secos y sujetos, y al mismo tiempo proporcionar un buen agarre al suelo.
- En una jornada de caza también es preciso considerar los posibles accidentes de tráfico que se puedan producir. Independientemente del destino siempre hay que cumplir con la normativa de circulación y conducir con la máxima precaución, más aún cuando se recorren caminos o pistas forestales.
- En el caso de que un animal haya provocado una lesión, será necesario acudir cuanto antes al centro de salud más cercano, ya que además de la herida, lo más probable es que aparezcan otras complicaciones, como por ejemplo una infección.
- Por último, no hay que olvidar contar con un seguro de caza obligatorio en todo el territorio nacional que proteja a los cazadores durante la práctica de esta actividad.