Lejos de lo que cabría imaginar, un porcentaje significativo de los conductores suele hacer un parte amistoso falso con bastante asiduidad, tanto al sufrir un siniestro como al verse involucrados en un accidente sin haber participado. Según datos de UNESPA (Unión Española de Aseguradoras), un 64% de los engaños a las aseguradoras se concentra en el ámbito de los seguros de coche entre los que destacan la solicitud de indemnizaciones exageradas.
En este contexto es importante tener en cuenta que dar parte al seguro, con una información que no se ajusta a la realidad puede tener graves consecuencias para el titular de la póliza. Dado que las compañías dedican cada vez más tiempo y recursos a investigar la veracidad de las declaraciones, es posible que al conductor se le condene por delito de falsificación de documento mercantil y estafa. En caso de probarse que se ha cometido este delito, la sanción asciende a pena de prisión entre 6 meses y 3 años, así como multa. Junto a ello, el particular estaría obligado también a devolver a la aseguradora las cantidades que hubiera obtenido de forma ilícita y a correr con todas las costas judiciales.
Tipos de fraudes más comunes en un parte amistoso
La costumbre de hacer partes amistosos falsos provoca un grave perjuicio a los usuarios, ya que el objetivo de este documento es determinar quién ha sido el responsable del accidente para que asuma los gastos de una forma más rápida y ágil. Con este tipo de estafas al seguro de coche es obvio que al final se retrase el pago de las indemnizaciones a los perjudicados.
- Uno de los supuestos más graves es donde hay un accidente falso que no ha tenido lugar nunca. A través del acuerdo con otro conductor, se firma el parte amistoso sin daños reales para que el seguro pague la compensación que corresponda o se encargue de reparar los daños sufridos en el vehículo por otras causas ajenas.
- Quejarse de lesiones más importantes de las que realmente se han producido por el incidente. Los dolores de espalda y de cuello son los más recurrentes, ya que es bastante difícil determinar si es cierto o no desde el punto de vista médico. El fin de dar esta información falsa en el parte al seguro es conseguir una mayor indemnización por daños físicos.
- Los partes amistosos falsos se pueden hacer asimismo incluyendo desperfectos del vehículo que ya existían antes del siniestro para que su arreglo quede cubierto por el seguro. No obstante, las compañías realizan diferentes estudios para determinar la relación que existe entre los daños declarados y las circunstancias en que se haya producido el accidente.
- El encubrimiento de conductores que circulaban bajo los efectos del alcohol y las drogas o menores de edad y que además no estén incluidos en la póliza también es una estafa muy habitual. Las sanciones en estos casos por parte de la Dirección General de Tráfico son bastante duras, por lo que, para evitar asumir las consecuencias, en el parte amistoso se refleja el nombre de otra persona.
Además de estos engaños que se realizan de forma intencionada, también es posible cometer algunos errores porque no se sepa cómo hacer el parte. Entre los fallos más comunes se encuentran dejar espacios sin completar, poner los datos de las matrículas del coche mal, no especificar todos los detalles del siniestro, etc.