En comparación con otros periodos, en la actualidad el gasto energético alcanza cuotas desorbitadas. En ello han influido sobremanera los avances tecnológicos que han propiciado el diseño de cada vez más aparatos que funcionan a través de la electricidad. Lo que por una parte ha conseguido facilitar las tareas diarias, por otra ha incrementado las facturas mensuales.
El primer paso para controlar la energía que se consume consiste en hacer una valoración del gasto que se realiza a diario. De esta forma, no sólo conseguiremos ahorrar algo de dinero cada mes, sino que además convertiremos nuestro hogar en un espacio más eficiente y sostenible.
Una buena técnica para calcular el gasto de luz en cualquier vivienda consiste en utilizar unos dispositivos denominados medidores de consumo eléctrico. Este tipo de artilugio ofrece información sobre cuáles son los electrodomésticos y aparatos que tienen un mayor o menor consumo. Así es posible hacerse una idea del consumo y controlarlo prestando más atención a aquellas máquinas que necesitan más energía para funcionar.
Otras medidas para reducir el gasto energético
- En la actualidad, las compañías eléctricas suelen ofrecen diferentes tarifas que se adaptan a los hábitos de cada vivienda. Por ello es recomendable valorar el gasto energético que se realiza y elegir el plan que mejor se ajuste al número de personas que viven en el domicilio, las horas en que más electricidad se consume, usos de la energía, número de aparatos conectados, etc.
- Revisar la potencia contratada para evitar pagar más energía de la que realmente se necesita. Este concepto hace referencia a la potencia de electricidad que permite que un número de aparatos estén conectados a la vez sin que salte el diferencial del cuadro eléctrico. Es bastante frecuente tener contratada una potencia superior, con el consiguiente incremento en la factura de la luz.
- Valorar si ha llegado el momento de renovar los antiguos electrodomésticos. Si fuera así, conviene decantarse por aquellos modelos que cuenten con la calificación energética A. En cualquier caso, siempre es importante realizar un mantenimiento adecuado de todos los aparatos para evitar que cualquier fallo dispare el consumo energético.
- Desconectar o apagar por completo todos los dispositivos evitando que se queden en modo stand by. Aunque este consejo lo hemos oído en multitud de ocasiones, no siempre se lleva a la práctica y como consecuencia, supone un encarecimiento de la factura de electricidad.
- Ajustar la temperatura del aire acondicionado y la calefacción para crear un ambiente agradable en la vivienda. En este sentido, también influye en el control del gasto energético el aislamiento de las puertas y ventanas.
- Utilizar bombillas de bajo consumo que aunque tengan un precio superior al de las luces convencionales, el ahorro de energía es considerable.
- Aprovechar el calor residual de la placa de la vitrocerámica para terminar de cocinar los alimentos.
Poner la lavadora siempre a carga completa y, en la medida de lo posible, seleccionando la opción de agua fría. - Realizar aquellas tareas para las que se necesite luz durante las horas de sol. De esta forma se reduce el gasto de energía únicamente a las labores imprescindibles.
Teniendo en cuenta que el uso de energías alternativas aún no está demasiado desarrollado, con estas recomendaciones es posible reducir el gasto energético en cualquier vivienda. Sólo hay que poner en práctica el sentido común, así como disponer de un seguro de hogar que cubra otros aspectos relacionados con el consumo de electricidad, como por ejemplo los daños causados por una subida anómala de la corriente eléctrica.