Los daños por nevada en las viviendas son uno de los problemas más comunes causado por este fenómeno atmosférico que se repite cada año en algunas regiones localizadas. En estos casos, contar con un seguro de hogar es sumamente importante para estar protegido frente a los desperfectos que pueda sufrir la casa o las pertenencias. No obstante, conviene saber qué cubren exactamente las pólizas y qué situaciones o elementos se excluyen de la cobertura.
A diferencia de otros fenómenos atmosféricos como el viento o la lluvia, en el caso de la nieve normalmente no es necesario que se cumplan unos límites mínimos de cantidad para reclamar al seguro de hogar. No obstante, es preciso prestar atención a los requisitos que establece cada aseguradora en esta cobertura, así como al tipo de póliza que se haya contratado.
Los daños por nevada y el seguro de hogar
Además de las coberturas básicas como la responsabilidad civil o los daños por incendio, existen otras garantías que se pueden incluir en la póliza y que cubren ciertas situaciones más especiales. Si el seguro contempla los daños por fenómenos atmosféricos, la vivienda está protegida ante los desperfectos que puedan ocurrir viento, granizo, lluvia y nieve siempre y cuando se registre la cantidad/velocidad estipulada en la póliza. Sin embargo, cuando la causa de dichos perjuicios es un terremoto, un maremoto, una inundación extraordinaria u otros riesgos catastróficos, la responsabilidad queda cubierta por el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS).
Disponer de una protección extra en el seguro de hogar que cubra los daños por nevada es la mejor opción para no tener que preocuparse de reparar los posibles desperfectos. Sin embargo, esta cobertura no aplica cuando los daños se han producido por un defecto en la construcción o por falta de mantenimiento o conservación del inmueble o de los bienes.
También se excluyen los desperfectos que se originen en los elementos que se encuentren al aire libre, como pueden ser los del jardín, y todos aquellos que deriven de una imprudencia, como el supuesto de que aparezcan humedades como consecuencia de una filtración de la nieve por no haberla retirado a tiempo.
Si todo está en orden, la compañía se encarga de indemnizar al asegurado dentro de los límites que correspondan. Dado que no se puede prever cuando se producirán daños por nevada, lo más aconsejable es anticiparse a la situación y contar con la cobertura que mayor protección ofrezca en este sentido.