La siniestralidad por daños eléctricos es la que más creció en los seguros de hogar, representando el 11% del total de los siniestros que tienen lugar en una vivienda. Y es que las reclamaciones a las compañías de seguros por daños eléctricos en los hogares es una de las garantías cubiertas, bajo los seguros de hogar, que sigue creciendo de una manera constante en los últimos años. De hecho, suponen la tercera causa de siniestralidad, especialmente, los perjuicios que se producen en los aparatos eléctricos como los frigoríficos, lavadoras o televisores.
Por daños eléctricos se entienden los desperfectos relacionados con la electricidad como subidas o bajadas de tensión, cortocircuitos, corriente anormal, formación de arco voltaico o averías eléctricas así como los que estén ocasionados por la caída de un rayo.
De esta manera, las intervenciones por daños eléctricos aumentaron un 24% en el pasado año. Las neveras son las que presentan un mayor porcentaje de reclamaciones, representando un 17,6% sobre el total de siniestros por daños eléctricos, seguido de las vitrocerámicas, con un 12,17% de los casos, y televisores con un 12,16%. El resto de electrodomésticos que sufren una mayor incidencia en siniestralidad son las lavadoras, los lavavajillas y los hornos.
Entre las causas principales de siniestralidad por daños eléctricos destacan los perjuicios derivados por cortocircuitos y subidas de tensión. La antigüedad de los equipos y las horas de funcionamiento de los mismos son otras de las principales circunstancias que favorecen la aparición de averías.
Con el objetivo de ofrecer una mejor respuesta y productos más completos a los usuarios, muchos seguros incluyen la garantía de daños eléctricos que cubre, principalmente, los desperfectos materiales que afecten tanto a las instalaciones de la vivienda como a las averías en su interior: aparatos eléctricos y electrodomésticos afectados, así como a la pérdida de alimentos refrigerados debido a causas eléctricas.