El lugar de la casa con más accidentes domésticos
Los fuegos, el horno, la electricidad y el agua, la tenencia de productos de limpieza en los armarios de la cocina o los alimentos en mal estado son alguno de los peligros que podemos encontrar en esta estancia de la casa. Por orden de frecuencia, esto es lo que puede ocurrirnos en la cocina:
- Caídas: La cocina es un lugar en el que los resbalones son más frecuentes, ya que tanto el agua, como el jabón de los platos o el aceite de la sartén puede llegar hasta el suelo en forma de salpicaduras. Para remediar este tipo de accidentes, se recomienda poner una pequeña alfombra lavable en la zona del cocinado y en la de la pila.
- Atragantamiento: Ciertos alimentos como frutos secos, jamón, calamares, pulpo, aceitunas, cerezas, huesos de frutas, palomitas de maíz, caramelos, chicles o, incluso, cacao en polvo, pueden provocar un atragantamiento que desemboque en una falta de oxígeno, desmayo, parada cardiorrespiratoria y muerte. Por eso conviene ser precavido y estar familiarizado con la maniobra de Heimlich.
- Intoxicación: Tanto los alimentos caducados o en mal estado como los productos de limpieza que, muchas veces, guardamos en los armarios de la cocina, pueden provocar un caso de intoxicación y envenenamiento. Por eso, hay que revisar todos los alimentos, ser escrupulosos en la cadena de frío y mantener los productos de limpieza fuera del alcance de los niños.
- Electrocución: Enchufar o manejar aparatos eléctricos con las manos mojadas o cerca de zonas en las que ha caído el agua puede ser muy peligroso. Para evitarlo, tan sencillo como no manipular los aparatos eléctricos en esas condiciones y revisar que los cables y enchufes estén en buen estado.
- Cortes: Conviene extremar las precauciones en el manejo de cuchillos, tenedores y cualquier objeto punzante, y evitar andar descalzo, ya que si se cae un vaso al suelo, por ejemplo, correríamos el riesgo de clavarnos los cristales.
- Quemaduras: El horno o las salpicaduras de aceite caliente son los peores enemigos en la cocina. Si sufres una quemadura es importante actuar rápidamente y poner la zona afectada bajo el grifo durante, al menos, diez minutos para que se temple con el agua corriente. El chorro no debe caer directamente sobre la herida, sino en la zona adyacente dejando que circule suavemente sobre la quemadura.
Aunque los accidentes domésticos suelen darse con más frecuencia en la cocina, en realidad su incidencia no está limitada a esta estancia de la casa y puede ocurrirnos en cualquier momento y lugar. Por eso, lo mejor es estar preparados y garantizar la vivienda y a todos los que vivan en ella con un buen seguro de hogar.