Si nos paramos a pensar un momento, nos damos cuenta de que la cocina puede llegar a ser uno de los lugares más peligrosos que jamás hayamos conocido. En esta estancia de la casa albergan multitud de objetos y circunstancias para que se produzca un accidente a la primera de cambio. A los cuchillos, tenedores, vasos de cristal, utensilios punzantes y otros, se unen el gas, el fuego y los productos químicos que solemos guardar para la limpieza.
Por ello, si no se siguen ciertas medidas de seguridad se pueden sufrir quemaduras, cortes, golpes e incluso explosiones sin que apenas nos demos cuenta. No es de extrañar que la mayoría de los accidentes que se producen en el hogar, ocurran en la cocina.
Aunque siempre es recomendable estar atento a posibles riesgos, si tenemos niños en casa, se deben seguir una serie de pautas para evitar en la medida de lo posible que los más pequeños se vean involucrados en algún incidente:
- Debemos inculcar a nuestros hijos desde que comienzan a andar que la cocina no es un sitio para jugar, correr o saltar, sobre todo cuando alguien está preparando la comida.
- A la hora de cocinar es muy importante que los mangos de las sartenes no sobresalgan por fuera de la placa, ya que en caso contrario se pueden golpear con algún movimiento y caer provocando quemaduras.
- Hay que procurar guardar los productos de limpieza fuera del alcance de los niños. Lo más práctico es colocar un cierre de seguridad en los armarios y colocar los líquidos más peligrosos en las estanterías donde no puedan llegar por su estatura.
- Del mismo modo, conviene poner a buen recaudo los utensilios de cocina con los que se puedan dañar, tales como cuchillos y tijeras.
- Es importante no quitar ojo del pequeño cuando el horno está encendido, ya que la puerta del mismo también alcanza temperaturas altas y podría quemarse si se acerca.
- Para evitar que los niños se introduzcan donde no deben, como por ejemplo en la lavadora, no podemos olvidar cerrar este tipo de electrodomésticos correctamente.
- Una vez que hayamos terminado de utilizar el tostador o la cafetera, es recomendable limpiarlos y colocarlos en un lugar seguro.
- Si acabamos de calentar algún líquido o comida, no hay que olvidar colocarlo lo más alejado posible del borde para que el pequeño no pueda alcanzarlo.
- Aunque los botes de especias y otros condimentos puedan parecer inofensivos, también pueden suponer una causa de asfixia. Por ello, es preferible si los guardamos en los muebles más altos.
- Los mecheros o cerillas también deben estar fuera del alcance de los niños.
- El cubo de la basura debe estar perfectamente cerrado para que los más pequeños de la casa no puedan abrirlo para satisfacer su curiosidad. Ya sabemos que su contenido puede ser el foco de muchas infecciones.
- Para evitar otros riesgos, conviene apagar los electrodomésticos cuando no se estén utilizando, así como la llave del gas en el caso de que no sea necesario.
- Es de suma importancia que la cocina siempre esté limpia y lo más despejada posible para evitar caídas y tropiezos.
- Si estamos utilizando algún aparato con cable, debemos estar atentos para que no cuelgue.
- Al igual que en el resto de la vivienda, los enchufes en la cocina también llaman mucho la atención de los niños, por lo que nunca está de más colocar protectores sobre ellos.
Además de seguir estas precauciones para evitar accidentes en la cocina cuando hay niños, también conviene contar con un seguro de hogar que contemple los daños materiales ocasionados por agua, rotura de cristales, incendio, etc.