Muchos de los pueblos abandonados en la actualidad tienen un atractivo incalculable y al mismo tiempo también cuentan con los recursos necesarios para poder vivir. A pesar de ello, mucha de la gente que partió se niega a regresar a este entorno. Sobre esta base se han diseñado una serie de programas que buscan repoblar estas zonas.
Programa Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados
Diferentes ministerios han lanzado este programa con el objetivo de acercar la vida rural a los jóvenes que siempre han vivido en un entorno urbano. Con este proyecto se contempla el trabajo en diferentes ámbitos, como pueden ser el medioambiental, la salud, el respeto, la convivencia, la recuperación cultural y física, etc.
De esta forma se ofrece un complemento educativo a la enseñanza que se imparte en las aulas para hacer ver a los alumnos la importancia de un cambio de actitud que asegure el equilibrio futuro de la sociedad con el entorno.
Básicamente esta actividad se desarrolla en los pueblos de Granadilla (Cáceres), Umbralejo (Guadalajara) y Búbal (Huesca), donde tienen lugar distintos talleres sobre varias temáticas como por ejemplo antropología, carpintería, cerámica, reciclaje, etc.
Otras iniciativas para repoblar los pueblos abandonados
A través de estas políticas de movilidad se ofrecen unas condiciones ventajosas y del mismo modo se puede disfrutar de una mayor calidad de vida en comparación con las grandes ciudades, no sólo a nivel de contaminación sino fundamentalmente económico. La mayoría de los programas enfocados a repoblar los pueblos abandonados también contemplan el acceso a una vivienda a un precio reducido e incluso gratis. A pesar de todas estas ventajas, la decisión de trasladarse a estos municipios no siempre es sencilla, ya que las urbes ofrecen un sinfín de servicios a los que es complicado renunciar.
No obstante, en la otra cara de la moneda existe un grupo de personas que están cansados del estrés de la ciudad y busca nuevas oportunidades en un sitio más alejado del mundanal ruido.
Ya se sabe que los pueblos abandonados son un problema real en España y por ello estamos siendo testigos de una serie de políticas que pretenden evitar el deterioro de estos lugares con tan rico patrimonio.