La situación del mercado laboral ha llevado a que cada vez más personas se decanten por alquilar una vivienda en lugar de comprarla. En esta tendencia no sólo influye la escasez de recursos económicos para hacer frente a una adquisición de este tipo, sino que la incertidumbre y la movilidad laboral también convierten al alquiler en la primera alternativa por delante de la compra para mucha gente.
Como hemos comentado, aunque los alquileres de viviendas han aumentado en los últimos años, todavía seguimos estando lejos de las cifras que caracterizan a otros países de Europa donde la mayoría de su población no se plantea tener una casa propia, sino pagar una renta mensual por el alquiler.
Para conseguir que el sector del alquiler se posicione en un primer lugar es necesario un mayor apoyo por parte de las administraciones públicas, tanto a nivel de ayudas como de regulación de los precios y condiciones.
Principales ventajas de alquilar un piso
- Por norma general, uno de los motivos más importantes de alquilar un piso es el económico. Aunque la renta mensual del alquiler no difiera demasiado de la cuota de una hipoteca, lo cierto es que los gastos iniciales para arrendar una casa son menores que los que se necesitan para adquirir un inmueble. Del mismo modo, normalmente el inquilino no tiene que asumir la reparación de gran parte de las averías que se producen en el piso, ni las derramas de la comunidad o el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI); algo que supone un gran ahorro.
- Vivir de alquiler te permite vivir donde realmente quieres. Ya no sólo se trata de elegir el barrio de la ciudad que más te guste, sino que el arrendamiento posibilita una total movilidad geográfica. Dado que los contratos de alquiler se suelen firmar por un periodo determinado, es posible cambiar de residencia tantas veces como queramos siempre que avisemos al propietario con cierta antelación.
- Otra ventaja de alquilar un piso es la posibilidad de negociar el precio con el casero para ajustar el gasto mensual e incluso buscar otra vivienda con un precio más bajo que se ajuste al presupuesto personal.
- El arrendamiento de una casa ofrece mayor flexibilidad según el momento de la vida que se esté atravesando. Así, durante la época de estudiante es habitual compartir piso con otros compañeros, cuando se empieza a trabajar es normal buscar un piso para vivir solo y cuando se tiene familia hay que mudarse a una vivienda más espaciosa.
- Residir en un piso de alquiler también aporta tranquilidad, ya que el inquilino no cuenta con grandes deudas y no siente la sensación de estar atado a una hipoteca a largo plazo.
- El alquiler de una casa ofrece la posibilidad de comprobar cómo es el barrio y el vecindario. En el caso de no sentirnos cómodos en ese ambiente, podemos cambiar el lugar de nuestra residencia sin necesidad de estar anclados en el mismo lugar soportando sus inconvenientes.
Como ves, las ventajas de alquilar un piso son más que evidentes, aunque ya sea arrendando o comprando una vivienda, siempre es aconsejable contar con un seguro de hogar que solvente los imprevistos que pueden entorpecer el día a día.