Por norma general, los turnos de noche abarcan desde las 10 de la noche hasta las 6 u 8 de la mañana y para evitar causar demasiados trastornos a los trabajadores, se suelen establecer turnos para que el desempeño de las tareas no se realice siempre de la misma forma. Sin embargo, aunque las jornadas nocturnas se vayan intercalando con horarios diurnos, los efectos para la salud son bastante perjudiciales, tanto en el plano físico como psicológico.
Son diferentes estudios los que ratifican este hecho, sobre todo cuando una persona trabaja en turno de noche durante un largo periodo. Aunque se tienda a pensar que el ritmo del organismo se puede acostumbrar a esta rutina, lo cierto es que el cuerpo humano está diseñado para descansar de noche y realizar la actividad por el día.
Por este motivo, quienes hayan trabajado alguna vez en horario de noche o lo hagan de forma habitual, habrán notado que en este intervalo de tiempo sus capacidades mentales y físicas se reducen, y en muchas ocasiones mantenerse despiertos se convierte en un auténtico logro. Sin duda, el desempeño de un trabajo en este turno requiere de un mayor desgaste de energía y concentración que con el paso del tiempo puede dar lugar a algunos problemas de salud.
¿Cuáles son las consecuencias de trabajar en un turno de noche?
Trabajar de noche y dormir de día provoca diferentes trastornos en la persona, no sólo a nivel físico sino también psicológico. Ante esta situación, el horario que rige la cotidianidad se altera por completo, no sólo en cuanto a las horas de sueño y descanso, sino también de las comidas e incluso en lo que respecta a las relaciones sociales.
Así, los principales efectos que un turno de noche causa en los trabajadores son:
- Cansancio excesivo tanto a nivel emocional como corporal.
- Reducción de la capacidad de concentración y memoria.
- Dolores musculares y articulares.
- Dolor de cabeza frecuente.
- Sueño de poca calidad e incluso insomnio.
- Malestar continuado.
- Trastornos digestivos.
- Alteración del sistema circulatorio.
- Cambios en el carácter que derivan en una mayor susceptibilidad, estrés y agresividad.
- Depresión en algunos casos.
- Envejecimiento prematuro.
¿Cómo mitigar los efectos de los turnos de noche?
Llevar una dieta equilibrada es fundamental para sobrellevar el trabajo en horario de noche. Además, también es recomendable realizar varias comidas al día aunque al despertarse no se tenga apetito. Con bastante frecuencia el trabajo nocturno está relacionado con la ingesta de comida rápida, pero en la medida de lo posible es importante huir de estos hábitos para evitar o reducir ciertos trastornos,https://www.mapfre.es/particulares/seguros-de-salud/articulos/como-afecta-sueno-salud-consejos-dormir-mejor/ como por ejemplo los estomacales o el sobrepeso.
En este plan también se incluyen no abusar del café y el tabaco, ya que constituyen dos factores de riesgo para la salud de cualquier persona, aún más en quienes suelen tener turno de noche.
Cuando llegue el momento de dormir es aconsejable hacerlo en un entorno adecuado, intentando cumplir siempre una rutina de sueño. Es conveniente bajar las persianas para que no entre ninguna luz en la habitación, así como quitar el sonido a cualquier aparato que pueda interrumpir el sueño.
Por último, es fundamental seguir las indicaciones de la empresa en cuanto a los horarios rotativos y días de descanso, sin olvidar contar con un seguro de salud para vigilar cualquier trastorno que pueda aparecer después de un largo periodo trabajando de noche.