La evidencia científica de que el 65 por ciento del cuerpo humano de un adulto es agua explica, sin duda, la importancia de estar correctamente hidratado, convirtiendo el gesto cotidiano de beber agua en vital para la supervivencia del individuo. Por ello, es útil y necesario conocer aquellas circunstancias que influyen en la deshidratación y factores de riesgo para mantener una hidratación en niveles óptimo para la salud.
Los expertos insisten en señalar que la importancia de estar correctamente hidratados, va más allá de no tener o no, sensación de sed. Es decir, que una persona no sienta sed no significa que este en un nivel óptimo de hidratación. De hecho, la sed se presenta cuando el cuerpo ha agotado los niveles de líquidos disponibles y necesita de manera urgente reponerlos. Es el primer síntoma de la deshidratación.
Entre los factores básicos que afectan en el nivel de hidratación se encuentran:
- El clima.
Tanto la temperatura como el grado de humedad del ambiente afectan al ser humano en su hidratación. El cuerpo humano pierde agua a través del sudor, la transpiración es más habitual y abundante en altas temperaturas.
Esto explica que, por lo general, en verano o en climas cálidos, las personas deban extremar las precauciones e ingerir líquidos de forma continuada, sin esperar a tener sed. - Nivel de actividad.
No en todas las situaciones el cuerpo humano transpira de igual forma, lo normal es que un nivel de actividad alto –como cuando se practica algún tipo de deporte o actividad física- suponga más sudoración, y por lo tanto, más consumo de los niveles de líquidos.
Como norma general, cuanta más actividad física se soporte mayores aportaciones de agua o líquidos deberá recibir el cuerpo humano. - Enfermedades.
Muchas patologías influyen en el nivel de hidratación del cuerpo, desajustando los controles naturales de hidratación, otras enfermedades dañan el funcionamiento correcto de ciertos órganos como los riñones. Es el caso de enfermedades neuronales o renales, por ejemplo. Los pacientes que sufren este tipo de enfermedades cuentan con un factor de riesgo extra a la hora de sufrir una deshidratación. - Tratamientos farmacológicos.
Entre los efectos secundarios de algunas medicinas se encuentra el modificar el grado de hidratación, por lo que estos tratamientos farmacológicos deben tenerse muy en cuenta a la hora de hidratarse.
La edad o las condiciones personales y de salud de cada persona influyen de forma crucial en la importancia de estar correctamente hidratados. A pesar de estar prevenido ante la deshidratación, resulta aconsejable contar con un seguro de accidentes que incluya cobertura y asistencia en caso de sufrir un episodio grave de deshidratación, cuyas consecuencias renales y neuronales principalmente pueden ser muy importantes.