Cuando se empieza a planificar un viaje siempre resulta interesante preparar un botiquín básico para emergencias cotidianas (como el que se debería tener en casa), como un dolor de cabeza, un golpe o un corte. Ahora bien, hay viajeros que deben tomar un tratamiento farmacológico mientras dure su viaje y, en muchas ocasiones, se presentan dudas sobre cómo trasladar esos medicamentos y las posibles restricciones o problemas tanto a la hora de volar como una vez llegados al destino.
En líneas generales sí está permitido llevar medicamentos en el avión, tanto en el equipaje de mano como en las maletas facturadas, pero existen algunas restricciones al respecto. Lo primero de todo es investigar las condiciones sanitarias en el país de destino y desde la web del Ministerio de Sanidad se recomienda lo siguiente:
- Cualquier viajero que tenga la intención de visitar un país en desarrollo, debería acudir a un centro especializado en medicina del viajero o consultar con un médico antes del viaje. Esta consulta debería realizarse al menos 4-8 semanas antes.
- Los riesgos sanitarios asociados con los viajes son mayores para ciertos grupos de viajeros, incluidos bebés y niños pequeños, mujeres embarazadas, ancianos, minusválidos, inmunodeprimidos y aquellas personas que tienen problemas médicos previos.
¿Qué se necesita para viajar con medicamentos a otro país?
Si el viajero toma medicación de forma habitual para una enfermedad crónica debe llevar consigo la medicación necesaria para todo el tiempo que dure el viaje. Todos los medicamentos, especialmente los que requieren receta, deben llevarse guardados en el equipaje de mano dentro de sus envases originales con las etiquetas visibles.
Además, deberá llevar el nombre y datos de contacto de su profesional de la salud, información sobre su situación médica y tratamiento, además de los detalles sobre la medicación (incluidos los nombres genéricos de los medicamentos) y las dosis prescritas.
Asimismo, se recomienda que toda esta información se lleve en formato físico y digital para poder recuperarse a distancia. También es necesario llevar un informe del médico, certificando la necesidad de los medicamentos u otro material sanitario (por ejemplo, jeringuillas en el caso de diabéticos) que lleve el pasajero, que pudiera ser solicitado por los oficiales de aduanas o personal de seguridad. Conviene llevar además un informe en inglés o en el idioma de destino para que las comprobaciones se lleven a cabo con celeridad.
Antes de descubrir las limitaciones para viajar con medicamentos, es interesante recordar que como precaución ante la pérdida o robo es aconsejable llevar la medicación por duplicado tanto en el equipaje facturado como en la maleta de mano.
¿Existen restricciones a la hora de viajar con medicamentos?
Los medicamentos sólidos no tienen restricciones específicas a la hora de viajar en la cabina del avión; sin embargo y para evitar problemas, se recomienda adjuntar la receta médica.
En el caso de los medicamentos líquidos sí que existen mayores restricciones, ya que están sometidos a la normativa de transporte de líquidos vigente. Para poder subirlos a la cabina del avión deben transportarse en una bolsa de líquidos junto con la receta médica expedida a nombre del viajero.
Respecto a la cantidad de medicinas que se pueden transportar, no hay que preocuparse en exceso, ya que está permitido viajar con todos los medicamentos necesarios para cubrir la duración del tratamiento o, en su ausencia y ante viajes de larga duración, lo suficiente para cubrir tres meses de tratamiento.
Hay que tener en cuenta que algunos tratamientos más fuertes, como los que requieren del uso de narcóticos, sí tienen restricciones con respecto a sus cantidades y solo se puede viajar con las dosis necesarias para uso personal durante la estancia.
Restricciones de medicamentos en algunos destinos
Tener en cuenta el destino al que volamos es primordial, puesto que en algunos países la introducción de medicamentos está muy regulada. En Europa no suele haber problemas a la hora de llevar medicamentos o medicinas para uso personal, pero conviene consultar la regulación en la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.
Viajar con medicación sin receta a ciertos países puede llegar a suponer un problema, puesto que cada uno establece su propia normativa. En Rusia, por ejemplo, hay que declarar si se introducen jarabes con codeína (para tratar la tos, por ejemplo), mientras que en Japón se controla la entrada y recepción de medicamentos a través del certificado expedido por el ‘Ministry of Health, Labour and Welfare’.
Hay que prestar especial atención si se viaja a Emiratos Árabes Unidos, puesto que es un país muy estricto en cuanto a la entrada de medicinas y muchas de ellas, de uso habitual en la Unión Europea, pueden ser constitutivas de delito si no se lleva la pertinente autorización.
Viajar con medicación y buenas coberturas
Todos aquellos que viajen de manera frecuente alrededor del mundo saben lo importante que es contar con un seguro de viajes. Y, en el caso de tomar medicación habitual o tener una salud delicada, se hace aún más necesario.
El Seguro de Viajes MAPFRE resulta altamente recomendable, puesto que cuenta con una cobertura de asistencia a personas de lo más completa. Incluye asistencia médica por enfermedad o accidente, prolongación de la estancia y repatriación, así como el desplazamiento y alojamiento de una persona acompañante, entre otras coberturas.