Son muchas las diferencias existentes entre un coche híbrido y otro convencional, sobre todo en cuanto al precio de adquisición, el nivel de emisiones, el ahorro en consumo y el sistema de funcionamiento.
Los modelos híbridos son una mezcla de coche de combustión y eléctrico para de esta manera beneficiarse de las principales ventajas de ambos. Este tipo de coches se caracteriza por incluir un motor principal de combustión y otro eléctrico, aunque a diferencia de los vehículos puramente eléctricos, en este caso no es necesario cargar la batería a través de una fuente externa, sino que se alimenta de la propia energía que genera el coche.
Teniendo en cuenta que los coches híbridos incorporan un motor igual que el de los convencionales, en este sentido la vida útil de ambos modelos no debería distar demasiado. Sin embargo, en el primer caso entran en jugo las baterías eléctricas que puede reducir el grado de utilización del motor de combustión según el tipo de conducción que prime y mantener durante más tiempo el coche en perfectas condiciones.
¿Cómo alargar la vida útil de un coche híbrido?
Los vehículos híbridos comparten con los coches tradicionales una gran parte de su equipamiento, por lo que al igual que sucede habitualmente, si queremos prolongar la vida útil de estos coches, también será necesario realizar los mantenimientos y revisiones periódicas que sean necesarias.
En cuanto a la batería que es el componente que puede reducir en cierto modo la duración del coche, en la actualidad este tipo de componentes funcionan sin ningún problema a lo largo de toda la vida útil del mismo. El acumulador eléctrico de los coches híbridos no sufre demasiados esfuerzos, ya que muy pocas veces llega a descargarse por completo ni alberga más energía de la necesaria. Además, el modo eléctrico de un coche híbrido funciona sólo de forma temporal, utilizándose de forma alternativa ambos motores y reduciendo así su deterioro.
Las baterías de los coches híbridos pueden llegar a durar entre 150.000 y 200.000 kilómetros, aproximadamente 10 años. En la medida en que se utilice en una menor proporción el motor de combustión y el coche se desplace con el modo eléctrico, el vehículo puede funcionar correctamente durante mucho más tiempo que un vehículo convencional.
No obstante, los coches híbridos tienen más componentes que uno de combustión y esto puede influir en su vida útil. Es lógico que cuanto más complejo sea el sistema, existen más probabilidades de que algún elemento se averíe y como consecuencia, la reparación tiene un mayor coste.
En cualquier caso, siempre hay que realizar algunos cuidados básicos para que el coche dure lo máximo posible. En el caso de los modelos híbridos es recomendable mantener limpia la zona de ventilación de las baterías y evitar circular demasiado por zonas con mucho polvo o arena. Si se lleva a cabo el mantenimiento adecuado de las baterías de los coches híbridos, su vida útil se puede llegar a incrementar hasta en un 25% y además, mejora enormemente su capacidad de funcionamiento.
Sobre todo en los coches que aúnan un motor eléctrico y otro de combustión es muy importante seguir las recomendaciones del fabricante en cuanto a las revisiones y cuidados periódicos. El mismo peso tiene contratar un seguro de coche específico para modelos híbridos que ofrezca unas coberturas específicas para cubrir las particularidades de este tipo de vehículos.