La incineración es, por muchas causas, una opción que está ganando adeptos en la sociedad actual. Sin embargo, los familiares en medio del duelo por la pérdida, reciben el resto de la cremación y deben decidir qué hacer con las cenizas de un ser querido.
La recomendación profesional de psicólogos y psiquiatras es que la decisión de qué hacer con las cenizas de un ser querido, se tome, siempre que sea posible, antes de que llegue el momento. Ya que cuando el fallecimiento ocurre, los hechos se suceden de una forma muy rápida y los familiares reciben los restos incinerados en medio de su fase de negación del duelo, lo que dificulta aún más el momento y la toma de decisiones, ocasionando al entorno más cercano del difunto situaciones de dolor y tensión.
Aunque las posibilidades se multiplican de forma insospechada, existen una serie de alternativas básicas y más populares para hacer con las cenizas de un difunto.
Cementerio
Enterrar las cenizas en un cementerio, es hasta el momento la forma más habitual y también la más tradicional para depositar los restos de un ser querido. Tanto el procedimiento y el trámite es similar al que se realiza con un cuerpo muerto, sólo que en el caso de incineración se lleva a cabo con las cenizas.
Columbarios
Son nichos específicos para depositar urnas cinerarias. Con el aumento de la demanda de incineraciones es una alternativa en expansión, los columbarios no tienen porqué estar sitos en cementerios, aunque también los hay. Por el contrario, se están empezando a construir columbarios en lugares como jardines, espacios cercanos al mar o la montaña para atender las demandas y deseos de familiares y fallecidos.
Esparcimiento en espacios abiertos
Muchas culturas y religiones tanto actuales como milenarias, contemplan este rito funerario del esparcimiento de las cenizas del muerto en lugares como el mar o la montaña. En sus versiones más actuales, hay personas que desean que sus cenizas sean esparcidas en lugares especiales o con mucho valor o significado para ellos, como la casa de su niñez, un parque especial, un río o incluso en un estadio de fútbol.
Existen otras muchas posibilidades como mantenerlas en la casa del fallecido, guardarlas en joyas como collares o anillos, o incluso, entre las más originales, pintar o encargar pintar un cuadro con óleos compuestos por una mezcla de pintura y las cenizas.
Pero estas tres alternativas que dan respuestas a la pregunta qué hacer con las cenizas de un ser querido, son hasta el momento las más demandadas y están recogidas entre las coberturas principales de los seguros de decesos, lo que facilita en mucho el trámite y la decisión a los familiares del fallecido, evitando mayores sufrimientos y facilitando el duelo.